
RESPUESTA: La lechuga no se debe regar a diario, sino dos veces por semana, o una vez cada cuatro o cinco días, durante la mayor parte de su período de crecimiento. Deberá regarse ligeramente pero con mayor frecuencia durante las primeras dos semanas después de la siembra, quizás diariamente, dependiendo de su clima. El resto de su temporada de crecimiento, riegue la lechuga dos veces por semana a una profundidad de seis pulgadas.
Si no está seguro de si las plantas de lechuga deben regarse, puede probar el nivel de humedad del suelo metiendo el dedo aproximadamente una pulgada en el suelo cerca de donde crecen las plantas de lechuga. Si se siente húmedo al tacto y la tierra se pega a sus dedos, el suelo todavía está húmedo y las plantas aún no necesitan ser regadas.
Si el suelo se está secando demasiado rápido y no retiene suficiente agua para sus plantas de lechuga, considere agregar una capa de mantillo de aproximadamente dos pulgadas de espesor. El mantillo ayudará a mantener el suelo fresco y evitará que el agua se evapore tan rápido del suelo.
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